Consejos para superar tu miedo
Filosofía

Consejos para superar tu miedo

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Consejos para superar tu miedo

Consejos para superar tu miedo

  1. acéptalo

Se equivoca quien cree que puede vencer sus miedos negándolos. Quien piense en enfrentarse a ellos para acabar con ellos también se equivoca. En ambos casos sólo existe la permanencia del miedo. Es una creación perpetuada en el reino de las emociones, por lo que su disipación naturalmente no sucede por sí misma. De la misma manera, confrontarlo es alimentarlo, porque para eso vive.

Hay algo que sustenta toda la materia y todo lo que de ella proviene. Es un flujo constante, como la corriente de un río. Cuando este flujo está bloqueado, se dice que la naturaleza de la existencia misma está distorsionada. Bienaventurados los que lo entienden y lo siguen en armonía y paz. Cuando esto se aprende, el hombre se convierte en dueño de su vida, porque ya no está en contra de la naturaleza.

Por lo tanto, entiende que para vencer el miedo es necesario aceptarlo, porque siendo su propia descendencia, negarlo o confrontarlo es lastimar a su propio hijo. El miedo existe y seguirá existiendo a menos que lo eduques y lo conviertas en algo mejor. Así, reconocerlo como existente es el primer paso para instruirlo adecuadamente, reposicionándolo a favor del Dharma, del fluir de la Creación.

  1. Llegar a conocerte profundamente

Se decía que en el antiguo arte de la guerra, la tarea principal del estratega era conocer al enemigo para poder vencerlo. Aquí no hay guerra, no hay lucha, no hay conflicto. Sin embargo, incluso en una actitud pacífica, todavía es necesario saber a quién se quiere instruir. “Superando el Miedo” es solo una alegoría. De hecho, lo que se pretende es purificarlo, transformándolo en otra cosa.

Conocerlo no está sólo en el ámbito de la superficialidad, sino en todos los matices en los que actúa y por qué lo hace. Es necesario desmitificarlo, desentrañarlo para comprenderlo de manera profunda. Siendo parte de ti, siendo tu descendencia, lo mínimo que te pide la naturalidad de la situación es que conozcas a tu hijo.

Conoce por qué surge, por qué siempre está al acecho, por qué aún no has podido vencerlo. Conócelo como a ti mismo.

  1. Desentraña tu origen

Todo lo que es de materia, todo lo que es limitado tiene un origen. La manifestación misma tiene un origen. Por eso, para instruir tu miedo a fin de sublimarlo, es necesario profundizar y descubrir su origen. En algún momento se creó el miedo. En el momento de tu nacimiento, tu inconsciencia permitió que este niño se convirtiera en la amante de su creador, tú. Retroceda en el tiempo e intente encontrar el momento exacto en que surgió el miedo.

Esto te abrirá los ojos a una nueva perspectiva, la del observador lejano. Comprenderás, así, cuán insensato fuiste al aceptar la venida de esta creación a tu vida, ya que las razones, ahora en ojos lejanos, son pueriles y, quién sabe, insensatas.

Comprender el origen del miedo es conocer el punto exacto donde dejó de existir el sentimiento de verdad, de no miedo. Y traer de vuelta, o revivir, tal verdad, tal sentimiento se vuelve mucho más simple cuando sabemos exactamente de qué se trata.

  1. Entienda sus implicaciones

El miedo tiene varias implicaciones que solo pueden entenderse cuando existe una aceptación plena del mismo y un conocimiento pleno de su personalidad y origen. Pronto, después de ser consciente de qué es el miedo y de dónde viene, serás capaz de mirar con detenimiento y atención todos los efectos secundarios que se derivan de él.

Comprender estas implicaciones te devuelve a la razón, ya que ahora, consciente de lo que sucede, puedes comprender que nada que provenga del miedo debe estar presente en tu vida. La paranoia, la ansiedad, la irritación, la reclusión, el cansancio, la ignorancia son todas implicaciones del miedo. Identificarlos sólo es posible a través de las tres etapas mencionadas anteriormente.

Por lo tanto, es bastante evidente que de nada sirve que el miedo permanezca instalado en tu vida. Esta realización no es superficial ni mental, sino profunda. Aquí estás listo para sublimarlo.

  1. positivo

Una vez que eres plenamente consciente de que el miedo no tiene por qué estar en tu vida, el siguiente paso es absurdamente simple. Se trata de mirarlo profundamente a los ojos y amarlo de verdad. Esto solo es posible después de aceptarlo y comprenderlo en todas sus variantes, porque te das cuenta de lo frágil que es, tal como lo eras tú.

Naturalmente, en silencio, se desvanecerá por completo. Al darse cuenta de sí mismo sin ninguna razón de existir, tiende a disiparse, ya que solo puede existir como miedo. Al transformarse en valentía, ya no es lo que era. Se dice que fue a sublimarlo. Al no tener más razón para existir y aún recibir el amor de su creador, el miedo se convierte en su contraparte. Esto es entonces un desapego amoroso.

Por tanto, de forma natural, silenciosa y pacífica, el miedo desaparece y nunca más volverá a nacer, ya que cada miedo es un ser individual y único. Quien aprende a transformar sus miedos, deseos, anhelos, penas e iras en sus contrapartes, se convierte en su propio maestro. Esto es alquimia interior.